Pocos dudan de que el cruce de piernas más famoso de la historia del cine es el que hizo Sharon Stone (Pensilvania, 67 años) en Instinto básico (1992). Dura apenas un par de segundos, y la película convirtió a la actriz en una sex symbol y en una estrella de Hollywood. Pero ese icónico momento podría no haberse producido por dos razones principales que ahora la intérprete ha desvelado. Una tiene que ver con su talento interpretativo de entonces, y la otra con el protagonista masculino de la cinta de Paul Verhoeven.En un inicio, los productores de la película no incluyeron a Sharon Stone en el proceso de casting de Catherine Tramell porque buscaban a una intérprete asentada en la industria como Meg Ryan, Julia Roberts o Michelle Pfeiffer para dar vida a la villana de la trama, una escritora bisexual y asesina en serie que es investigada por el detective Nick Curran, el personaje interpretado por Michael Douglas. A pesar de ese rechazo, Stone estaba convencida de que ese era una película perfecta para ella, y su representante tomó cartas en el asunto: “Nadie me daba el guion. Así que mi manager, Chuck Binder, entró en la oficina forzando la cerradura con su tarjeta de crédito y robó el guion. Lo leí y dije: ‘Me quedo con este papel”, desvelaba en una entrevista con Business Insider publicada el pasado 1 de agosto.Más información“A todas a las actrices a las que presentaban el papel, lo rechazaban”, cuenta Stone en la conversación. Durante años, se ha rumoreado que el motivo por el que no querían el personaje era que este podía dañar la carrera de la actriz que le diese vida por las escenas en las que debía aparecer desnuda, con momentos de sexo o de violencia explícita. Pero ahora Stone ha revelado la razón detrás de las dificultades de cerrar el casting para Catherine Tramell: “El problema era que Michael Douglas no quería mostrar su trasero desnudo en pantalla con una desconocida, y yo lo entendía. Ni siquiera quiso hacer la prueba conmigo, pero también por otra razón: habíamos discutido antes”, revela sobre su coprotagonista en la película, la cuarta más taquillera en todo el mundo en 1992, aunque no recibió buenas críticas. En Instinto básico el detective Nick Curran y la sospechosa de asesinato Catherine Tramell mantienen un inquieto juego del ratón y el gato, alimentado por la tensión que tenían los intérpretes fuera de la pantalla y que comenzó en un festival de Cannes antes de rodar juntos. “Estábamos todos sentados, y él [Douglas] hablaba de alguien y sus hijos. Yo conocía de verdad a esa persona, así que dije algo y él me respondió: ‘¿Qué cojones sabes tú?’. [La conversación] se refería a una relación padre-hijo y eso fue un detonante para él”, explica la actriz en Business Insider sobre su primer encuentro con el intérprete, del que no especifica la fecha. “Así que me grita eso frente a todo un grupo de personas, y yo no soy de las que dicen: ‘Oh, disculpe, superestrella’. Empujé mi silla hacia atrás y le dije: ‘Salgamos’. Así fue cómo nos conocimos”. Una vez que estuvieron en la calle, Stone le explicó el porqué de su comentario: “Le dije que conocía a la familia de la que hablaba, y que era la mejor amiga de los niños y del padre. Luego nos despedimos. No diría que como mejores amigos, sino amigablemente”, relata. Sobre su papel en Instinto básico bromea: “No creo que quisiera que fuera su coprotagonista”. Sharon Stone y Michael Douglas en una imagen de promoción de la película ‘Instinto básico’ (1992).Sunset Boulevard (Corbis via Getty Images)Tras estas revelaciones del pasado, Business Insider contactó con el manager de Michael Douglas para corroborar la historia de Stone. Su respuesta: “No recuerda [el actor] haber visto ni conocido a Sharon hasta que el director Paul Verhoeven le mostró su prueba para Instinto básico. La única vez que Michael recuerda que los dos estuvieron juntos en Cannes fue cuando estaban allí para proyectar y promocionar la película”.Según Stone, ella y Douglas se conocieron gracias a una discusión, pero “con el tiempo, nos hicimos muy buenos amigos, hasta el día de hoy. Lo admiro muchísimo”, en palabras de la actriz, quien se convirtió en un ícono gracias a una película por la que cobró 500.000 dólares, una cifra humillante al lado de los 12 millones que se llevó Douglas. Los problemas de Stone en Instinto básico no se quedaron en su tensa relación inicial con Douglas o en la diferencia salarial con su coprotagonista, sino que también tuvo un enfrentamiento con Verhoeven. En su libro de memorias, La belleza de vivir dos veces, publicado en 2021, contó que el director le pidió que se quitase la ropa interior para la famosa escena del cruce de piernas, prometiéndole que no se vería nada. “Cuando la rodamos, iba a ser una insinuación, pero [Verhoeven] me dijo: ‘Se puede ver el blanco de tu ropa interior, necesito que te la quites’. Él me aseguró que no se vería nada. Así que me quité la ropa interior y se la metí en el bolsillo de la camisa”, narra la intérprete. El conflicto surgió en el estreno de la película en la gran pantalla, cuando Stone descubrió que sí se veía todo. “Me quedé en estado de shock”, asegura en sus memorias. “Al terminar la película, me levanté, me acerqué a Paul Verhoeven y le di una bofetada”. Verhoeven, por su parte, contó en 2019 a ICON, la revista de moda masculina de EL PAÍS, que la reacción de Stone se debió a la mentalidad cerrada de la actriz y su entorno, quien le dijo que esa escena arruinaría su carrera. Algo en lo que se equivocó. Sharon Stone como Catherine Tramell en la escena del cruce de piernas de ‘Instinto básico’.IMDBA pesar de las dos versiones de la famosa escena y del enfrentamiento físico, Stone no le guarda rencor a Verhoeven: “Tenemos una relación maravillosa. Volvería a trabajar con él sin dudarlo. Aunque tenemos diferentes maneras de hablarlo públicamente, entendemos perfectamente lo que pasó con la escena”, revela en la entrevista con Business Insider. “Creo firmemente que ninguno de nosotros sabía en ese momento lo que nos esperaba con esa toma, y cuando Paul la consiguió, no quería perderla y tenía miedo de mostrármela. Y lo entiendo”. “Una vez que tuve tiempo de tranquilizarme, no le pedí que la sacara de la película cuando tenía el derecho legal de hacerlo. Así que tuve la oportunidad de hacerlo de otra manera, y no lo hice porque, al dar un paso atrás, entendí, como directora, no como la chica de la película, que eso la hacía mejor”.

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