Las elecciones portuguesas serán el 18 de mayo, catorce meses después de la última visita a las urnas. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, justificó esta noche la convocatoria como el camino más directo para resolver la crisis política causada por el escándalo relacionado con la actividad continuada de la empresa familiar del primer ministro, Luís Montenegro, desde que llegó al cargo. No hubo voces que discrepasen de esta salida entre los miembros del Consejo de Estado, reunidos este jueves, ante Rebelo de Sousa, ni entre los nueve líderes políticos que escuchó 24 horas antes. Tras el espectáculo del azaroso pleno de la moción de confianza que provocó la caída del Gobierno este martes, ha cuajado la idea de que el adelanto electoral es la única salida.En su discurso que repasó la evolución de la “inesperada” crisis, Rebelo de Sousa explicó que es la primera vez que se produce en el medio siglo de democracia portuguesa una crisis causada por el choque entre partidos sobre la ética del primer ministro. Y tuvo dos peticiones claras a los candidatos y a los electores. Reclamó una campaña “digna” a los políticos y pidió a los votantes que “no se abra la puerta a experiencias que se sabe como empiezan y no como acaban”.En un intervalo de su carrera política, Montenegro creó la empresa Spinumviva en 2021, dedicada sobre todo a trabajos de consultoría. Varias empresas se convirtieron en clientes fijos, con pagos mensuales por servicios como la gestión de la política de protección de datos. Aunque el político traspasó a su esposa la gerencia y las acciones de la firma en 2022, al asumir el liderazgo de Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha), la sociedad mantuvo la misma actividad y siguió recibiendo ingresos incluso después de que Montenegro se convirtiese en primer ministro.El hecho de que el matrimonio esté casado en régimen de gananciales convierte al político en beneficiario directo de los ingresos de Spinumviva, cuya actividad está analizando la Fiscalía General de la República tras recibir tres denuncias anónimas. También el Colegio de Abogados investiga si se ha cometido intrusismo profesional, dado que ni la esposa ni los hijos tienen formación jurídica. La oposición considera escandaloso que el primer ministro haya recibido dinero de empresas aunque haya sido de forma indirecta. El Partido Socialista, además, había impulsado una comisión de investigación para aclarar este negocio familiar, que Montenegro y su esposa donaron a sus hijos tras el estallido del escándalo, y que no irá adelante tras la disolución del Parlamento.En tres años los portugueses pasarán en tres ocasiones por las urnas. Una suerte de ciclogénesis política que encadena legislaturas cortas y crisis inesperadas. Y las encuestas que se están publicando estos días no aventuran un escenario con mayor estabilidad en el futuro inmediato, a la vista de la igualdad en los apoyos que reciben los dos principales partidos. Aunque la crisis le está pasando factura a Luís Montenegro en valoración popular y respaldo electoral, existe la sensación de que el país vive un ciclo conservador que no acabará tan pronto.Todas las formaciones de derechas representan el 60% de la Asamblea de la República, que acaba de disolver el Jefe del Estado. Y la subida que los sondeos le auguran al Partido Socialista, principal beneficiario de la actual crisis junto a los liberales, no parece suficiente para invertir ese escenario, en vista de los malos augurios que rodean a las fuerzas minoritarias de la izquierda. Antes incluso de ir a las urnas, los portugueses comienzan a preguntarse por el día después y si el nuevo Ejecutivo logrará cumplir una legislatura completa.Y no ocurre desde 2015. Irónicamente la última legislatura estable fue la de aquella alianza entre el socialista António Costa con los comunistas y el Bloco de Esquerda que parecía condenada a durar un telejornal. Después le siguieron mandatos cortos, incluido el de la mayoría absoluta que Costa logró en 2022. Aquella legislatura que podría haber garantizado tranquilidad política durante cuatro años acabó como el rosario de la aurora, con la policía haciendo registros en la residencia oficial del primer ministro y deteniendo a su jefe de gabinete, entre otros. Costa dimitió a las pocas horas. Dijo que tenía la conciencia tranquila pero que la dignidad del cargo no le permitía continuar tras saber que estaba siendo investigado.El fantasma del gesto de Costa será uno de los que perseguirá en esta campaña a Luís Montenegro, que repetirá como candidato de la coalición Alianza Democrática y que ya anunció que no renunciará aún siendo imputado por la Fiscalía. Muchos analistas y políticos le han afeado que tenga un rasero ético más relajado. El argumento empleado por el primer ministro, que ahora está en funciones, es el de que no ha cometido ninguna irregularidad.Lo cierto es que mientras la política vive en su propia montaña rusa, la economía del país solo da alegrías. Una paradoja que parece distinguir a la península Ibérica. Para este año se prevé un crecimiento superior al 2% vaticinado por el Gobierno y el empleo está en cifras históricas, con una tasa de paro del 6,2%.

Portugal celebrará elecciones el 18 de mayo para zanjar la crisis causada por la empresa del primer ministro | Internacional
Shares: