Petróleos Mexicanos (Pemex) consolida su paso como empresa pública del Estado bajo el Gobierno de Claudia Sheinbaum. La presidenta mexicana ha echado abajo la reforma energética priista de 2013 y ha doblado su apuesta por la reinvención de la petrolera de mano del Estado. Durante la conmemoración del 87 aniversario de la expropiación petrolera del país, la mandataria ha firmado el decreto mediante el que se crean y modifican un puñado de leyes energéticas. La nueva legislación prioriza el papel de las paraestatales energéticas, Pemex y la CFE, respecto a los competidores privados. “En 2024 se aprobó una reforma que recupera a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad como empresas públicas del Estado. Pemex y CFE tienen preponderancia en la producción de petróleo, en la refinación y en la producción de electricidad”, indicó la mandataria en medio de aplausos y vivas de un puñado de trabajadores petroleros sindicalizados, que fueron convocados este martes en la Torre Pemex, en Ciudad de México.La fecha insigne para el sector petrolero mexicano contó con la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas —hijo del presidente artífice de la expropiación petrolera, Lázaro Cárdenas, y referente de la izquierda en México—. La presidenta reconoció la labor del padre y del hijo en la defensa de la soberanía energética del país. El otrora líder del PRD y excandidato presidencial, de 90 años, fue el invitado de honor en un acto en el que Sheinbaum volvió a delinear los principios de su estrategia sexenal en materia de energía: integración vertical de las paraestatales, eficiencia operativa y austeridad. “El mejor homenaje que podamos hacer al general Lázaro Cárdenas y al pueblo de México, de entonces y de ahora, es la publicación en el Diario Oficial de la Federación de todas las leyes secundarias asociadas a la recuperación de Pemex y de Comisión Federal de Electricidad”, dijo.La mandataria aprovechó su discurso para lanzar dardos a las administraciones de la oposición del PAN y del PRI, a quienes responsabilizó de la maltrecha situación financiera de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo de más de 97.600 millones de dólares. Arropada por los aplausos y vítores de los trabajadores petroleros y funcionarios de su Gabinete, Sheinbaum aseguro que a partir de 2018, de la mano de los gobiernos morenistas, la petrolera ha vuelto a retomar su sendero. Ahora, y en línea con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, las compañías energéticas retoman su carácter público y acotan la participación de privados, solo para algunos proyectos. En las próximas horas serán publicadas en el Diario Oficial de la Federación, la Ley de la Empresa Pública del Estado, de la Comisión Federal de Electricidad; la Ley de la Empresa Pública del Estado, de Petróleos Mexicanos; la Ley del Sector Eléctrico; la Ley del Sector Hidrocarburos, entre otras.La fiesta petrolera, amenizada por los acordes de la orquesta de la Fuerza Aérea Mexicana, contó también con el balance del director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla. El directivo aseguró que se está combatiendo “sin descanso” el robo y el mercado ilícito de combustibles, conocido como huachicol y que se están concluyendo los proyectos iniciados en el mandato de López Obrador: la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y las coquizadoras de Tula y Salina Cruz. En materia de refinación, Rodríguez Padilla, dio a conocer que el rendimiento de destilados ronda el 60%, es decir, ahora Pemex produce más gasolina, diésel, turbosina que combustóleo y otros productos de menor valor comercial, mientras que en exploración, la petrolera ha descubierto tres yacimientos petroleros con un volumen estimado de 100 millones de barriles de petróleo. “Hemos contrarrestado la declinación natural de los yacimientos, estabilizado la producción y reducido el pozo del barril extraído”, zanjó.Durante la celebración por el 87 aniversario de la expropiación petrolera sobraron las porras y faltaron las autocríticas. El capitán de la petrolera externó su reconocimiento a los titulares de Energía y Hacienda por el apoyo para mejorar la situación financiera de la empresa. También reconoció el apoyo del sindicato petrolero. “Todos somos Pemex”, refirió. Sin embargo, no ofreció detalles de cómo enfrentarán la abultada deuda a proveedores, por casi 25.000 millones de dólares, ni su pasivo total, cifrado en más de 97.600 millones de dólares.A pesar de las inyecciones directas del Gobierno federal, la petrolera sigue en números rojos y con un descenso en la extracción de crudo. En 2024, la compañía reportó una pérdida neta de 620.605 millones de pesos, debido a un alza en el costo de ventas y pérdidas cambiarias y la producción de hidrocarburos líquidos durante el último tramo del año pasado fue de 1,6 millones de barriles diarios, una disminución de un 10% en comparación con el mismo periodo de 2023.

Pemex apuesta por la austeridad en su reinvención como empresa estatal | Economía
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