Este martes, se dio a conocer una investigación que revela que BIRMEX, la empresa estatal encargada de biológicos, vacunas y medicamentos, autorizó la compra de medicamentos de origen cubano de la marca Neuronic que no cumplían con los estándares mínimos de calidad para ser distribuídos entre la población.

Esta información coincide con la crisis de suministro de insumos y medicamentos que se vive en México y que ha generado el colapso de decenas de centros hospitalarios a lo largo y ancho del país. A pesar de que el gobierno de Claudia Sheinbaum, a través del subsecretario de Salud, Eduardo Clark, dijo que a partir de este mes se regularizará el suministro, aún se reporta desabasto.

De acuerdo con la Auditoría De Cumplimiento Forense 2023-2-12NEF-23-0234-2024, publicada el mes pasado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió un reporte en el cual señaló que 10 lotes de medicamento no cumplieron con las pruebas de variación de volumen, siendo esto un problema de calidad en su fabricación.

En las entrevistas realizadas por la ASF se descubrió que muchos de los empaques que surtió Neuronic venían en mal estado y el área de Calidad de Birmex se encargó de identificarlos y apartarlos con la finalidad de que no se distribuyeran y devolverlos al proveedor.

No es la primera vez que BioCubaFarma, propietaria de Neuronic Mexicana, es relacionada con casos de corrupción. A finales de 2017, Diario Las Américas, con sede en Miami, Florida, publicó que el conglomerado cuban reportó 64 “hechos extraordinarios” relacionados con producción y distribución de medicamentos, de los cuales 22 fueron clasificados como delitos, lo que dio origen a pérdidas por alrededor de 25 mil dólares. Estos incidentes incluyeron el desvío de financiamiento destinado a salarios y el robo de medicamentos, materiales de construcción y piezas de computadoras.

Esta situación pone en grave riesgo a pacientes y médicos, quienes se enfrentan, no solo a la crisis del sistema hospitalario, sino también a medicamentos que podrían agravar a los pacientes por su baja calidad.

Shares: