Pese a las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para reducir la violencia atribuida al grupo armado de las disidencias del Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), comandadas por Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, estas no lograron un efecto positivo, sino lo contrario: las confrontaciones armadas se intensificaron durante los periodos de cese al fuego acordado, especialmente en Catatumbo. Entre el inicio del cese bilateral del fuego —pactado por nueve meses— desde junio de 2024 a abril de este año, y la posterior declaratoria de cese unilateral de operaciones ofensivas de la Fuerza Pública por un mes adicional, hasta el 18 de mayo, se reportó un incremento sostenido de hechos violentos con participación del EMBF, de acuerdo con un informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Cerac.Este informe se conoce en medio del suspenso del gobierno del presidente Gustavo Petro en si suspenderá o extenderá el freno de las acciones militares contra este grupo armado, demás de la definición de la Zona de Ubicación Temporal del Frente 33 de Catatumbo. EL TIEMPO conoció que estas dos decisiones se podrían tomar antes de finalizar esta semana.Durante el cese bilateral, se registraron 35 muertes asociadas a esa agrupación, lo que representa un aumento del 21%, con respecto a los nueve meses anteriores al cese al fuego, cuando hubo 26, señaló la organización.  Las víctimas fatales más afectadas fueron civiles, miembros de la Fuerza Pública y combatientes del ‘clan del Golfo’, en ese orden.”18 civiles, cuatro integrantes del Eln, tres personas pertenecientes a otros grupos armados emergentes, tres al ‘clan del Golfo’ y dos personas de la Fuerza Pública”, reportó el informe. Eln señala al Frente 33 del ataque con drones en el que fue asesinado un menor en Catatumbo Foto:Archivo ParticularAdemás, los combates con participación del EMBF se duplicaron respecto al periodo de los nueve meses anteriores a la medida. Durante el cese el bilateral Cerac registró 22 conforntaciones de este tipo con participación de los grupos en el EMBF; un aumento de más del doble en el número de combates (de nueve a 22) frente al registro en el periodo de nueve meses inmediatamente anterior (del 16 de octubre de 2023 al 15 de julio de 2024).”El 63% de estos enfrentamientos correspondieron a disputas entre el Eln y el Frente 33, una de las estructuras que hacen parte de esta agrupación armada emergente que delinquen en la región del Catatumbo”.Por otro lado, 20 de los 45 eventos violentos atribuidos al EMBF durante el cese del fuego bilateral ocurrieron en Norte de Santander (44%), 12 en Huila (27%), cuatro en Antioquia, dos en Guaviare y un evento en Bolívar, Caquetá, Cesar, Guaviare, Meta, Santander y Tolima.Durante el mes del cese unilateralSin embargo, la tendencia al alza continuó incluso después del cese bilateral. Durante el mes de cese unilateral por parte del Estado, las muertes vinculadas a estas disidencias se duplicaron en comparación con el promedio mensual del periodo anterior, evidenciando una escalada sostenida en los niveles de violencia.”En cinco eventos que Cerac registró durante el mes de vigencia del cese unilateral de “operaciones ofensivas” de la fuerza pública murieron siete integrantes de la fuerza pública y uno de un grupo armado emergente. El número de muertes registrado en el cese unilateral duplica el promedio mensual de muertes que registramos en el periodo de cese bilateral (cuatro muertes)”, señala el informe.Parte de la tropa desplegada en Catatumbo. Foto:EjércitoEn el mes de vigencia del denominado “cese unilateral” de “operaciones ofensivas” de la Fuerza Pública la organización registró “dos acciones violentas atribuidas a esa agrupación” y tres combates, dos de esos enfrentamientos entre la Fuerza pública y grupos armados emergentes y uno entre el Eln y el grupo armado emergente Frente 33. “Las acciones ofensivas se redujeron y los combates se mantuvieron en el mismo nivel frente al promedio mensual de acciones ofensivas y combates durante el cese bilateral (tres acciones y dos combates). Los eventos violentos en el cese unilateral ocurrieron en Norte de Santander (tres) y en Huila y Guaviare (uno en cada departamento)”, indicó el reporte.Es decir, que los datos ponen en entredicho la efectividad de las pausas armadas como herramienta para la desescalada del conflicto, en un contexto en el que los grupos armados ilegales continúan disputando control territorial y rutas estratégicas.De hecho, ha sido la región del Catatumbo donde más se han intensificado las acciones armadas de este grupo disidente, las cuales han tenido su punto más álgido desde el pasado 16 de enero, fecha en la que se inició la peor crisis humanitaria y de orden público que haya registrado esa región de Norte de Santander en décadas.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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