En los últimos días de febrero el mundo se entristecía, pero también se estremecía, al conocer que el actor Gene Hackman, de 95 años, había aparecido muerto en su casa de Santa Fe (Nuevo México, EE UU). Su cadáver estaba cerca del de su esposa, Betsy Arakawa, pianista y empresaria de 63, así como del de uno de sus perros, y las circunstancias eran, cuanto menos, extrañas. Tras varios días de investigación, se supo que Arakawa había fallecido a causa de un hantavirus y que Hackman la había sobrevivido unos pocos días para morir también él alrededor de una semana después. Sus cuerpos llevaban días en la casa.Ahora se ha conocido a quién irá a parar el legado del intérprete, que trabajó en más de 100 títulos en cine y televisión a lo largo de su dilatada carrera, algo que ha hecho que su patrimonio, según la prensa estadounidense, supere los 80 millones de dólares. La única destinataria de su herencia era, precisamente, su esposa desde 1991, Betsy Arakawa. Así lo dejó establecido en un fideicomiso fechado hace casi 30 años, en concreto el 22 de septiembre de 1995, tal y como explica la revista People, que ha tenido acceso a dichos documentos. Además, ese fideicomiso quedó recogido en un testamento en junio de 2005, y fue sellado por los tribunales de Santa Fe, donde residían, para darle más fuerza legal.Más informaciónGene Hackman tenía tres hijos adultos, nacidos de un primer matrimonio con Faye Maltese, con quien estuvo casado entre 1956 y 1986: un hijo, el mayor, Christopher, de 65 años, y dos hijas, Elizabeth, de 62, y Leslie, de 58. Según la prensa estadounidense, parece que ninguno de ellos está citado en el testamento de Hackman, solamente Arakawa, su única destinataria. Por tanto, se abren las incógnitas. Sin más nombres en su legado, es posible que los tres hijos del intérprete tengan derecho a todo o a una porción del mismo; sin embargo, si definitivamente no están citados en el testamento, o si están específicamente excluidos (algo que se desconoce, por el momento), podría abrirse una batalla legal por el patrimonio de Hackman. Algunos medios apuntan a que los tres hermanos ya han contratado a un abogado californiano de alto nivel para el caso.Las circunstancias han hecho que la pianista fallezca casi a la vez que Hackman y que, por tanto, se abra un interrogante legal. Él ya había pensado en qué ocurriría si eso pasaba; de hecho, dejó escrito que si fallecían con menos de 90 días de diferencia se consideraría una muerte al mismo tiempo (el Estado de Nuevo México considera la muerte simultánea si pasan menos de 120 días). El actor dejó escrito que un abogado, llamado Michael G. Sutin, sería el primer sucesor legal en caso de que Arakawa muriera. Sin embargo, Sutin murió antes que ellos: falleció hace seis años, en Texas. La segunda sucesora en ese caso era una abogada y antigua socia de Sutin en su bufete de abogados, llamada Julia L. Peters, ahora consejera de una empresa de inversiones en Santa Fe.Gene Hackman y sus tres hijos, en una jornada de esquí en Idaho, en una imagen de mediados de los setentaTony Korody (Getty Images)Además, la propia Arakawa tenía su testamento, que también está datado de la misma fecha de 2005 que el del actor. El patrón era similar al de su esposo: si moría, Hackman pasaba a ser su representante personal; tras él iba Sutin y, después, Peters. En él se explica que, una vez que muriera, los gastos médicos y los derivados de su fallecimiento se cubrirían con su patrimonio. También se explica que la empresaria de origen hawaiano podría tener una lista, separada de este documento, en la que indicara a quién irían a parar sus bienes personales, como joyas y obras de arte. Según People, en el testamento de Arakawa se recoge que su patrimonio pasará a un fondo benéfico: “Con motivo de alcanzar fines beneficiosos para la comunidad, en consonancia con las preferencias e intereses benéficos expresados o indicados por mí y por mi cónyuge”.Hasta 1994, Hackman tenía otro instrumento legal con el que gestionar su fortuna, que presumiblemente incluía a sus tres hijos, pero entonces decidió cambiarlo por este, en el que dejaba como única beneficiaria a la pianista, que no tenía descendencia. Lo que sí hay es un fondo, un fideicomiso, también fechado en ese septiembre de 1995, que Hackman tenía y en el que Arakawa era la sucesora designada, como en todo, ya que el fondo era parte de su patrimonio. Si Hackman fallecía, Arakawa lo gestionaría; sin embargo, los documentos presentados por Peter en los juzgados hacen ver que Christopher, Elizabeth y Leslie serían los herederos de ese fondo en concreto.El divorcio de Hackman y Maltese apartó a la famosa estrella del cine de sus hijos, en especial de Christopher, como él mismo reconoció en alguna ocasión, explicando que habían perdido el contacto, y que además había ocurrido en una edad complicada para el chico. Cuando empezó su relación con Arakawa, en los noventa, retomaron el contacto y empezaron a verse de nuevo, invitando a sus hijos y nietos a visitarle en Santa Fe. En los últimos años, mantenían una relación cercana y cordial, pero los medios apuntan a que llevaba varios meses sin ver a Leslie, la más cercana de los tres.Julia L. Peters será ahora la encargada legal de los asuntos de Hackman y Arakawa. De hecho, la abogada ya ha tratado de bloquear, mediante una petición legal, que la autopsia de ambos se haga pública, específicamente en cuanto a vídeos y fotografías de la escena donde se encontraron los cadáveres el pasado 26 de febrero. Ha alegado, además, que la pareja siempre se mantuvo muy discreta en cuanto a su vida privada, y especialmente en sus últimos años en Nuevo México. En los últimos 20, Hackman estuvo retirado en esa comunidad. Se cree que el actor murió aproximadamente el día 18, a causa de un paro cardíaco y de complicaciones del alzhéimer que parecía; Arakawa habría fallecido algunos días antes, probablemente el día 11, a causa de un hantavirus, una infección que se contrae por el contacto con orina y excrementos de roedores y cuyos síntomas son similares a los de una gripe. Ambos llevaban casados 34 años.

La herencia de Gene Hackman deja a su esposa, Betsy Arakawa, como única beneficiaria | Gente
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