Washington y Kiev salvaron este miércoles los últimos escollos para alcanzar un acuerdo económico para la explotación de reservas ucranias de minerales críticos. Tras semanas de presiones y de idas y venidas, que incluyeron una bronca a gritos y ante el mundo entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Ucrania, Volodímir Zelenski, su firma dará acceso prioritario a Estados Unidos a nuevos proyectos de inversión para explotar las riquezas naturales ucranias, como Trump quería, con el fin de recuperar parte de las aportaciones de Washington en la defensa de Kiev. El pacto incorpora el compromiso implícito de que estas seguirán llegando y se sella con el trasfondo de las conversaciones para poner fin a la guerra que inició la invasión rusa de febrero de 2022, que se encuentran metidas en un callejón sin salida. La ministra de Economía ucrania, Yulia Sviridenko, viajó este miércoles a Washington para coser los últimos flecos del pacto, que afecta a recursos clave como el aluminio, el grafito, el petróleo y el gas natural. Después, el diario Financial Times añadió que unos obstáculos de última hora ponían en peligro la inminencia de esa firma. Finalmente, el anuncio lo hizo al final de la tarde (hora de Washington, al filo de la medianoche española) el Departamento del Tesoro, que celebró en un comunicado la creación de un “Fondo de Inversión de Reconstrucción de los Estados Unidos-Ucrania”. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, publicó después un video en X, en el que dice que el acuerdo “permite a Estados Unidos invertir junto a Ucrania, aprovechar los activos de su crecimiento, movilizar el talento, el capital y los estándares de gobernanza estadounidenses que mejorarán el clima de inversión y acelerarán la recuperación económica del país”.Sviridenko también se asomó a la red social para afirmar: “Con Estados Unidos, estamos creando un fondo que atraerá la inversión global”.Horas antes, Bessent había dado cuenta de las últimas dificultades en la negociación. “Anoche [por el martes] los ucranios hicieron unos cambios, que estamos seguros que van a reconsiderar para que podamos firmar”, dijo el secretario del Tesoro a la pregunta de una reportera y al final de una larga reunión del gabinete de Trump, cuyos miembros alabaron por turnos los primeros 100 días de su Administración. “Este acuerdo”, añadió Bessent tras la firma, “señala claramente a Rusia que la Administración de Trump está comprometida con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo. (…) Ningún estado o persona que financiara o suministrase [recursos] a la máquina de guerra rusa podrá sacar tajada de la reconstrucción de Ucrania“. Una excavadora extrae materiales de tierras raras en la región de Yitomir, el pasado 25 de febrero.
Libkos (Getty Images)El texto, según informó Bloomberg, resuelve dos puntos de la negociación que habían estado en el aire en las últimas semanas. Por un lado, el pacto no se vincula a ningún compromiso de Ucrania de renunciar a su entrada en la Unión Europea, como en algún punto pretendieron los negociadores estadounidenses. Por el otro, deja fuera la idea de Trump de que el dinero obtenido por la explotación de esos recursos naturales sirva para devolver las decenas de miles de millones de dólares aportados por Estados Unidos desde el inicio de la guerra. Su alcance se circunscribe así solo a los gastos futuros. La firma llega en un momento simbólico para Trump, que cumple 100 días en el cargo, acosado por bajos índices de aprobación y las malas noticias que hablan de la primera contracción de la economía desde 2022. El presidente estadounidense también ha mostrado en estos días su impaciencia para lograr que Rusia y Ucrania firmen un acuerdo de paz que durante la campaña prometió que propiciaría durante su primera jornada en el cargo. Los aproximadamente 175.000 millones de dólares (unos 155.000 millones de euros) enviados por Estados Unidos para apoyar a Ucrania desde que comenzó la gran invasión rusa son esenciales para la supervivencia del país agredido. Trump ahora no solo da a entender que desea acabar con la guerra, sino que sus gestiones van a ir acompañadas de algunas contrapartidas económicas para recuperar, al menos, parte de esa ayuda. No contradecir la ConstituciónEl primer ministro ucranio encabezó la semana pasada la delegación que perfiló el que podría ser acuerdo definitivo con la Administración Trump en Washington. “Hemos definido claramente nuestras líneas rojas; el acuerdo debe cumplir con las obligaciones europeas y no contradecir la Constitución ni la legislación de Ucrania”, declaró Shmihal a través de sus redes sociales el pasado fin de semana, dando a entender que el pacto estaba más cerca que nunca.Estaba previsto que la firma del tratado se produjera el 28 de febrero en la Casa Blanca, pero esta se suspendió después de que Trump y su vicepresidente, J. D. Vance, humillaran a Zelenski cuando una conversación en presencia de la prensa acabó a gritos. U.S. President Donald Trump meets with Ukrainian President Volodymyr Zelenskiy at the White House in Washington, D.C., U.S., February 28, 2025. REUTERS/Brian SnyderBrian Snyder (REUTERS)Altos cargos estadounidenses y ucranios firmaron un documento de intenciones a principios de abril y dejaron abiertas las negociaciones. El sábado pasado, Zelenski se reunió con Trump en un aparte durante el funeral del papa Francisco, en un gesto que se interpretó como un acercamiento de posturas entre ambos líderes. En los 15 minutos de conversación en medio de la basílica de San Pedro del Vaticano, uno de los asuntos abordados fue precisamente el acuerdo de los minerales, según Axios.Después de ese encuentro, Trump, mientras regresaba a Estados Unidos en el Air Force One, expresó por primera vez en público sus dudas sobre las verdaderas intenciones del presidente ruso, Vladímir Putin, y su voluntad de acabar la guerra. También le amenazó, en un mensaje en su red social, Truth, con nuevas sanciones secundarias y contra el sector bancario.Además del acuerdo sobre minerales y otros recursos naturales, el borrador que ha salido a la luz por parte de Washington para negociar el fin de la contienda contempla que Estados Unidos se haga con el control de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. Estas instalaciones, en la región del mismo nombre, permanecen ocupadas por militares del Kremlin desde los primeros días de la gran invasión rusa lanzada en febrero de 2022, aunque para funcionar siguen dependiendo de empleados locales. La decisión salomónica del presidente de Estados Unidos, pese a tratarse de territorio e instalaciones ucranias, pasa por suministrar en el futuro electricidad de esa planta tanto a ucranios como a rusos.Intensificación de los ataques Mientras tanto, Rusia ha intensificado sus ataques sobre Ucrania en estas semanas. Un misil acabó el jueves con la vida de 12 personas en Kiev, en el peor ataque sobre la capital desde el pasado verano. En las últimas horas, la ciudad de Járkov, entre otras, recibió un ataque con drones que causó al menos un muerto y decenas de heridos. El Kremlin aspira a un acuerdo de paz que supondría ganar el control sobre cuatro provincias ucranias. Steve Witkoff, enviado de Trump para negociar con el presidente Putin, tiene el encargo de convencerlo de firmar un pacto que deje las fronteras entre ambos países a la altura del frente actual. Ucrania posee yacimientos de 22 de los 50 materiales clasificados como críticos por el Servicio Geológico de Estados Unidos, y eso incluye recursos de tierras raras y otros materiales esenciales para la producción de productos electrónicos, tecnologías de energía limpia y armamento. Ucrania firmó en 2021 un acuerdo similar al que se cocina en Washington con la UE.En este debate asoma China, que lidera la producción mundial de minerales de tierras raras y otros materiales de importancia estratégica, lo que ha movido a los países occidentales a buscar alternativas como la que ahora encuentra Estados Unidos en Ucrania. Rusia explota y comercia de forma ilegal en la última década, desde que ocupó la península de Crimea y parte de la región ucrania de Donbás, recursos naturales de Kiev, así como cosechas de sus explotaciones agrícolas. Decenas de empresas rusas en territorio del Donbás han sido incorporadas al aparato productivo de las fuerzas ocupantes. Algunas de ellas se benefician del comercio ilegal de las minas del Donbás pese a las restricciones comerciales y sanciones impuestas al Kremlin por la UE y Estados Unidos. Hasta una veintena de explotaciones ucranias (13 en la provincia de Lugansk y 7 en Donetsk) han pasado a lo largo de 2024 a manos de empresas del país invasor, según una investigación del medio The Kyiv Independent, que ha seguido el rastro de esos recursos en el mercado internacional.El pasado 29 de marzo, el buque de bandera rusa Sv. Nikolay fue localizado con carbón ucranio robado en sus bodegas listo para descargar en el puerto argelino de Annaba, señala este medio. Todo apunta a que zarpó del puerto ucranio de Mariupol, en la zona costera del mar Negro que permanece bajo ocupación rusa. Esa explotación se está llevando a cabo, según esa misma fuente, con la colaboración del entorno del expresidente ucranio Víktor Yanukóvich, que huyó a Moscú tras ser acusado de saquear cuentas públicas cuando en 2014 se empezaba a gestar el actual conflicto.

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