Trump y el reality show de la Casa BlancaEscena 1: Donald Trump eleva el puño y grita “¡luchad, luchad, luchad!“, segundos después de ser el objetivo de un intento de asesinato. Escena 2: El presidente y el vicepresidente de Estados Unidos discuten tensamente con el ucraniano Volodímir Zelenski en el Despacho Oval y su primera reacción es decir que la situación será genial para televisión. Escena 3: El mandatario estadounidense acude a una carrera de Nascar y antes vuela con su avión por encima de la pista y después la recorre con su coche presidencial.Podría escribirse un libro entero con más ejemplos como estos. Trump cimentó su popularidad a través de la televisión. The Apprentice, el reality show que protagonizó durante 14 temporadas hasta 2015, posicionó su figura y básicamente se transformó en su precampaña presidencial antes de los comicios de 2016. Por eso le obsesionan los ratings y sabe cómo explotar cualquier oportunidad para atraer la atención y viralizar sus mensajes. Cada aparición pública es vista como un show en potencia.En su segundo mandato, el presidente estadounidense ha aumentado la espectacularidad. Junto a la estrategia de “inundar la zona”, que ya analizamos en la primera entrega del Observatorio Trump, consigue dominar las mentes y corazones de una gran parte de los ciudadanos mediante representaciones casi teatrales que están cuidadosamente diseñadas. Cada una de ellas es un despliegue de su poder y heroicidad. La mediatización de la política no es algo nuevo. Ha ido en aumento desde que Arthur Miller, en su conferencia La política y el arte de actuar, advirtiera en 2001 que vivimos rodeados de tantas actuaciones deliberadamente falseadas o exageradas que cada vez se hace más difícil identificar la realidad. Pero Trump ha dado ahora un paso más allá. En sus primeros 90 días ha protagonizado una media de al menos 5 eventos con gran despliegue comunicacional por semana para posicionar sus mensajes y su relato político.En su célebre libro Storytelling: La máquina de fabricar historias y formatear las mentes, Chris Salmon advertía que los nuevos sistemas de información ayudan a “enturbiar las fronteras entre realidad y ficción”. El arte de gobernar se transforma en arte de puesta en escena. Lo real deja de ser lo importante y su lugar lo toma la comunicación para captar la atención y la adhesión. No importa cómo se gobierna o los verdaderos resultados, lo trascendental es la historia que se cuenta. Dominar el relato para dominar la política.A continuación, analizamos con mayor detalle y con ejemplos seis formas en las que Trump y su equipo aplican la estrategia de la teatralización:1. Reuniones y eventos con celebritiesDesde que volvió a la Casa Blanca desfilan por su despacho celebridades de todo tipo. También acude a algunos de los eventos deportivos más populares de Estados Unidos. Por ejemplo, fue el primer presidente en asistir en directo a un Super Bowl. Trump sabe que su sola presencia en este tipo de acontecimientos le garantiza viralidad en redes sociales y minutos en los informativos. También le ayuda a conectar con el electorado menos politizado.Ejemplos: 2. Firma de leyes y órdenes ejecutivas: Las medidas de gobierno dejan de ser sólo políticas públicas y se transforman en un espectáculo con Trump como protagonista. Cuando firmó el decreto que elimina el Departamento de Educación, lo hizo en un pupitre de colegio rodeado de estudiantes en un salón improvisado. Para rubricar una orden contra la participación de atletas transexuales en los deportes femeninos, se rodeó de niñas deportistas. Para oficializar el cambio de nombre del Golfo de México, aprovechó el vuelo del Air Force One por el lugar e hizo que el capitán del avión lo anunciara por el sistema de sonido. La propia firma del presidente y los rotuladores que utiliza adquieren un papel central en una suerte de nuevo populismo grafológico.Y el contenido de lo que firma muchas veces no es realmente importante. El presidente advierte públicamente de una gran amenaza que está a punto de corregir con la medida aprobada. Se presenta como el héroe, aunque días después él mismo rectifique ese anuncio o los jueces lo paralicen. Ha pasado ya con los aranceles del “Día de la Liberación” y varias órdenes ejecutivas.Ejemplos:3. Recibimiento a líderes extranjerosDoce líderes extranjeros han visitado a Trump en la Casa Blanca y con todos se repite el mismo guion. Los muestran entrando a la Casa Blanca, luego conversando con Trump en el Despacho Oval y finalmente dando una rueda de prensa. El objetivo es mostrar su poder, vienen desde afuera a rendirle tributo. Como escribe Philippe Moreau, cualquier dirigente que entra a su oficina ingresa a un set de televisión. El único que no asumió plenamente su papel fue Zelenzky. No agachó la cabeza como se pretendía y el resultado fue echarle de la Casa Blanca. Ejemplos: 4. Reuniones de gabineteLos encuentros con los miembros de su gobierno no tienen como objetivo analizar la situación del país y tomar decisiones. Son también segmentos televisivos para destacar los logros de la gestión y cómo los secretarios de los distintos departamentos trabajan para sacar adelante la agenda del líder. En una reunión reciente, Trump pidió que uno por uno rindiera cuentas públicas ante los ciudadanos sobre qué había hecho en sus primeros meses de labor.Ejemplos:𝐌𝐚𝐣𝐨𝐫 𝐀𝐧𝐧𝐨𝐮𝐧𝐜𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐬 𝐨𝐮𝐭 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐛𝐢𝐧𝐞𝐭 𝐌𝐞𝐞𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐓𝐨𝐝𝐚𝐲.One by one, Cabinet members reported directly to the people. Here is a recap by department and I’m not joking when I say the best are towards the end 🧵 pic.twitter.com/xyf3IF2ByF— Anna Matson (@AnnaRMatson) April 10, 2025
5. Sus viajesTrump tiende a moverse entre la Casa Blanca y su residencia de Mar-a-Lago, son sus sets preferidos. Sin embargo, hizo dos viajes a principios de su gestión para cimentar el relato de héroe salvador. Fue a California días después de los graves incendios de Los Angeles y a los lugares de Carolina del Norte afectados por el huracán Helene en septiembre. En ambos sitios repitió el mismo mensaje: la administración Biden abandonó a los ciudadanos, pero eso cambiaba con él al mando. A causa de una de sus medidas se desperdiciaron 2.200 galones de agua en California. Pero lo importante no es el resultado, es el espectáculo.Ejemplos:6. Los actores de repartoTrump es sin duda el protagonista, pero no es el único actor del reality show. Se ha encargado de que esto sea así haciendo fichajes para su gabinete considerando la capacidad de cada miembro para interpretar su papel. No extraña entonces que varios de ellos tengan una considerable experiencia en televisión.Su vicepresidente, JD Vance, se hizo famoso por un libro autobiográfico que luego fue llevado a la pantalla a través de Netflix. En abril, se hizo un evento en la Casa Blanca para celebrar los 10 años de su madre sin beber.Otro personaje que ha destacado por su teatralidad es la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Se grabó incendiando basura con un lanzallamas, recorrió la frontera vestida de cowboy y envió un mensaje a inmigrantes con presos de fondo para advertirles que no entraran ilegalmente a Estados Unidos.Ejemplos:Got the chance to fly a C-130 out of our U.S. Coast Guard base in Kodiak, Alaska. Air Station Kodiak is essential to our mission success for reconnaissance and search & rescue in Alaska and the Arctic. pic.twitter.com/tbvQDSmj0o— Kristi Noem (@KristiNoem) March 17, 2025
Para profundizar sobre el temaLibro:Artículos:Vídeos:Pódcast:Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación.