Los hallazgos fortuitos de obras de arte olvidadas en desvanes o escondidas entre objetos descartados en mercadillos no son una leyenda. Que se lo digan a la tienda de segunda mano de Amberes, Bélgica, que acaba de vender por 12.600 euros una cerámica firmada por Pablo Picasso datada en 1953, procedente de una edición limitada y que estaba en una partida de objetos que había recibido de un donante. Un descubrimiento no tan insólito para Kringwindkel, la organización sin ánimo de lucro que gestiona una más de un centenar de centros de segunda mano, 13 de ellos en Amberes, así como un sitio de subastas del mismo nombre en la región flamenca de Bélgica: en enero, anunció también que entre los objetos que recibe de donaciones había aparecido un grabado en aguafuerte del pintor belga James Ensor que, entre tanto, está expuesto ya en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (KMSKA).No está tan claro dónde se podrá ver en el futuro la cerámica de Picasso, un plato de gran tamaño y en “muy buen estado” realizado “en loza blanca, con decoración marrón verdoso en engobe, esmalte y parafina oxidada”, que representa escenas taurinas —el centro lo ocupa una corrida de toros—, tan apreciadas por el artista malagueño. En el reverso, dos sellos en francés que demuestran su autenticidad: un “Madoura Plein Feu” y un “Empreinte originale de Picasso” (impresión original Picasso), según un comunicado de la organización tras el hallazgo. Madoura hace referencia al taller francés de cerámica del mismo nombre en Vallauris, en la Costa Azul francesa, con el que Picasso colaboró entre 1947 y 1971. Según casas de subastas especializadas, en esas dos décadas largas produjo más de 3.600 piezas en cerámica, de las que se realizaron entre 25 y 500 ejemplares cada una, desde jarrones a platos, cuencos o jarras. Cerámica de Picasso descubierta en una tienda de segunda mano en Bélgica.La cerámica ahora descubierta fue realizada el 11 de marzo de 1953, con una producción de 200 ejemplares. Uno de ellos acabó, a través de una de las “donaciones habituales” que se realizan a estos centros, en una de las tiendas de Amberes. Ahí, “gracias al buen ojo” de uno de los empleados —el personal de esta cooperativa social está compuesto por individuos con problemas para encontrar un trabajo que reciben una formación especial—, se “reconoció a tiempo” la valía de la pieza, que se procedió a subastar en línea, el pasado 6 de abril. El precio final que alcanzó la cerámica de Picasso fue de 12.600 euros. El comprador, un coleccionista de arte identificado solo como Johan, ha adelantado su intención de donar la pieza a una organización benéfica para jóvenes con autismo, trastorno que también le ha sido diagnosticado. Aunque, según la nota oficial, no lo hará de forma inmediata. Primero, ha declarado, lo disfrutará en su casa un tiempo. Aunque muy lejos de las millonarias sumas recaudadas por algunos de los cuadros del artista malagueño, la organización de ventas de segunda mano se ha felicitado por el dinero logrado con la subasta de la cerámica de Picasso, que reinvertirá en “empleo social, a través de cursos de formación, tutorías y puestos de trabajo especializados”. Una preparación de sus trabajadores que ya le ha rendido anteriormente frutos: el pasado enero, la casa anunciaba otro descubrimiento raro, también en Amberes: un grabado auténtico de Ensor, Le meuble hanté (El mueble encantado), que ahora ya está expuesto en el museo local, completando la famosa colección del artista flamenco (Ostende, 1860-1949) que le dedica el KMSKA. También en esa ocasión fue una trabajadora la que creyó reconocer en la pieza una obra auténtica, por lo que alertó a uno de sus responsables, que procedió a llamar a un experto que acabó confirmando el instinto de la empleada.

Descubierta una cerámica de Picasso en una tienda de segunda mano belga | Cultura
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