El uso de dinero en efectivo ha perdido terreno entre los mexicanos. Hoy, cada vez más personas acuden a las transferencias electrónicas o pagos a través de su celular, de acuerdo a los datos revelados este jueves por la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) en su edición 2024, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La penetración superior al 100% de la telefonía celular ha permeado también en las finanzas personales de los habitantes. Un fenómeno que, a su vez, está favoreciendo la inclusión financiera. El 76,5% de los mexicanos cuentan al menos con un producto financiero, como cuenta de ahorro, de crédito, un seguro o una administradora de fondos para el retiro (Afore).Hasta finales de 2024, el uso de dinero en efectivo presentó una disminución entre los medios de pago más usados. Para compras de 500 pesos o menos, el 85,2% de los mexicanos prefirió los billetes físicos, en contraste con el 90,1% que los usaba en 2021. Cuando se trata de compras superiores, el uso se reduce aún más, con una baja de 5,2% respecto a lo reportado en la edición anterior de 2021.El teléfono celular hoy no solo sirve para comunicarse, sino para hacer pagos y controlar las finanzas. En 2024, las transferencias electrónicas o mediante aplicación de celular mostraron un aumento de 4,8% respecto a 2021, siendo el medio de pago con más crecimiento en el país. Cabe recordar que hasta mediados del año pasado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) contabilizó 148,5 millones de líneas móviles en el país.Además, entre 2021 y 2024 el uso de aplicaciones móviles para consultar o hacer movimientos pasó de 54,3 a 69,1%. En contraste, el uso de cajeros automáticos y sucursales disminuyeron 16,8 y 5 puntos porcentuales, respectivamente.Hoy son más mexicanos los que hacen uso de los instrumentos bancarios formales. En 2024, 76,5% de las personas cuentan al menos con un producto financiero, como cuenta de ahorro, de crédito, un seguro o una administradora de fondos para el retiro (Afore). Se trata de un crecimiento de 8,1% respecto a lo registrado en 2015, cuando se empezó a levantar la ENIF.Aunque las cifras hablan de mayor inclusión, aún persiste un sesgo de género entre quienes tienen acceso al sistema financiero en México, pues solo 72,8% de mujeres son poseedoras de un producto financiero, en contraste con el 80,9% de los hombres que forma parte de este ecosistema.En tanto, la informalidad sigue siendo un estigma persistente en las finanzas de la población, sobre todo en materia de ahorro. En 2024, 36,6% de las personas solo hizo ahorro de manera informal (como en tandas o guardando el dinero físico en lugares del hogar), mientras que solo el 8,2% lo hizo solamente a través de cuentas formales.El nuevo secretario de Hacienda de México, Edgar Amador Zamora, ha respaldado la adopción de la tecnología en el país como parte central de la inclusión financiera formal. “La digitalización no se ha limitado únicamente a la administración de cuentas. Actualmente, una de cada tres personas hace pagos en establecimientos con una tarjeta y una de cada cinco realiza pagos con transferencias en establecimientos y plataformas en línea”, dijo el funcionario durante la presentación del documento.Ahorro para el retiro, el dolor de cabeza del futuroLos resultados de la ENIF muestran que el ahorro de los trabajadores para el momento de su retiro laboral o para su vejez sigue siendo problemático. Hasta 2024, solo 42,2% de la población cuenta con una cuenta para el retiro o afore.Sin embargo, son pocos los mexicanos que muestran preocupación por el uso de sus recursos al llegar la vejez, pues 68,2% de las personas menciona que hará uso de apoyos del Gobierno, 67,3% dice que seguirá trabajando y solo 50,3% usará los ahorros de su pensión o jubilación. En comparación con 2021, los mexicanos que esperan recibir apoyos económicos del Gobierno en su vejez aumentó 11%.

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