Han pasado 170 años desde la muerte de Manuelita Sáenz de Vergara, la llamada “libertadora del libertador”, que salvó a su amante, Simón Bolívar, de ser asesinado una noche de septiembre en el palacio de San Carlos, hoy sede de la Cancillería de Colombia. A la que llamaba su “amada” le debía la vida el famoso general de las guerras de independencia de América del Sur. Hoy, sin venir casi a cuento, o quizá con toda la intención de rescatar a las grandes heroínas de la historia, Sofía Vergara (Barranquilla, 1972), aparte de compartir apellido con ella, reivindica a esta mujer y sin querer a todas las que poco se recuerda y que merecerían los mejores focos de Hollywood. Actriz, empresaria y madre, Vergara acumula premios y mantiene en alto el trono de las latinas. Como emigrante, su mitad colombiana y su otra mitad, americana, conviven y se llevan a la perfección. Sonríe y bromea mucho, y eso, lo es todo hoy en día. La actriz, que anticipa que no habla de política, contesta a EL PAÍS por escrito: “Siempre me he sentido todopoderosa y todavía quiero más”.No quiere depender de lo que otros decidan en la industria del cine, y se está consolidando como productora. Tampoco que le digan lo que ponerse en la cara, y ha creado su propia marca de belleza. Su acento de latina orgullosa le ha dado el éxito y la fama. Tiene la fuerza y el coraje de las madres que han peleado mucho por llegar a no depender de nadie, pero no se olvida de las mujeres de su familia, con las que siempre quiere volver a Colombia y bailar encima de la mesa.Pregunta. Además de Manuela Sáenz, ¿quién le viene a la cabeza al hablar de mujeres en la historia?Respuesta. Siempre he tenido fascinación por desarrollar la vida de Manuela. También de la icónica India Catalina, era fascinante. Son dos heroínas latinoamericanas que merecen series o películas y más relevancia en nuestra historia.P. Cuando vi Griselda acabé pensando, que detrás de todo lo terrible que hacía, había una madre con la que empaticé mucho. ¿La estoy romantizando?R. (risas) Tal vez lo estás romantizando y no eres la única… pero me alegra que esa parte de ella, de madre leona, pese a todo lo oscuro que se le atribuye en su historia, quedara clara. Ese era un reto que cumplimos.P. Dicen que es la latina más poderosa. Los premios y la fama, ¿agotan o quiere más?R. Siempre me he sentido todopoderosa y todavía quiero más: desarrollar más historias, más personajes y productos nuestros para el mundo. Me gusta esto de ser productora ejecutiva como hice con Griselda y dedicar mi tiempo a desarrollar lo que me interesa y no depender de lo que otros puedan ofrecerme.P. ¿Qué recuerdos tiene de la adolescencia en Barranquilla?R. Mucha música, fiestas, planes con amigas, comida rica, infancia alegre con familia grande, tías, primos, mis amigas del colegio que siguen siendo las mismas y que crecimos juntas y que aún compartimos y es como si el tiempo no hubiera pasado.P. ¿De verdad mantiene a sus amigas de entonces?R. Son relaciones de más de 40 años que siguen, pase lo que pase, y que son el centro de todo. Lo que me ancla y me llena. En mi adolescencia viví cosas muy lindas, fui mamá y empecé mi carrera. Yo diría que lo mejor de mi vida y que llevo a todas partes es la alegría de haber nacido y crecido en Barranquilla con mi gente. Esa alegría no me la quita nadie, es una bendición.P. ¿Qué queda hoy de aquella niña?R. Ahora soy más sabia y la vida con sus tortazos y éxitos me ha hecho más fuerte y agradecida, pero la esencia de la pelada que fui en Barranquilla está intacta, soy la misma. Si la música suena, bailo, si algo no me gusta, lo digo sin pelos en la lengua, y si veo una oportunidad, la agarro.P. ¿Qué supuso salir de Colombia sin su familia?R. Dejar todo y salir de Colombia con Manolo fue difícil, pero luego se vinieron mi mamá y mis hermanos a Miami y armamos juntos nuestra vida aquí, en familia. Mi mamá me ayudó a criarlo, y no me puedo quejar porque todo lo que soñé y quise lograr en mi carrera lo conseguí unida a ellos y con su ayuda.P. ¿Quién ha sido su referente familiar?R. Mi mamá y mis tías, las mujeres de mi familia que son fuertes, auténticas, llenas de vida, positivas, y alegres contra viento y marea. Pase lo que pase, cuando se trata de celebrar, de gozar, nada como las mujeres de mi familia que bailan donde las pongan y arman fiesta y son las más alborotadas y fascinantes. Nunca dejan que los problemas o retos les apaguen las ganas de vivir. Cuando pienso en cada una de ellas siempre en mi cabeza se están riendo… o bailando encima de las mesas.P. ¿Tienes algún recuerdo de algo que le dijera su madre o su padre antes de irse?R. Mi mamá siempre ha sido de esas mujeres dispuestas ayudar, a apoyar, y con cero dramas y la disposición más alegre y generosa. Siempre me ha dicho “aquí estoy, me tienes para lo que necesites”, y siempre me ha cumplido. Más cuando tuve a Manolo tan jovencita y luego me divorcié y empezó mi carrera. Mi mamá es una alcahueta descarada para apoyar mis sueños, mis locuras, mis retos.P. Hábleme de esos primeros recuerdos en Estados Unidos.R. Me vine con Manolo bien chiquito, y ese nervio de no estar segura de si dejar mi país era la mejor decisión, si tal vez debía esperar, me desvelaba. Pero también me mordía la ilusión de las nuevas oportunidades que se abrían y me atreví. Y cuando me atrevo, voy con todo. Me dieron un buen contrato para trabajar en Univisión en una serie de viajes. Me tocaba recorrer el mundo entero y me daba una tristeza enorme dejar a Manolo en una época donde uno no podía estar tan conectada como ahora sí pueden estarlo las mamás que trabajan. Ahí me ayudó que mi mamá se viniera y me ayudara tanto. Y que él se adaptara tan bien, Manolo era un buen “pelao”, buen estudiante, tranquilo, amoroso, un viejito juicioso. Esa fue mi mayor suerte.P. ¿El sueño americano es real?R. Claro, mírame a mí. Pienso que si uno trabaja duro y persiste, la vida y Dios te ayudan… donde sea. Y en mi caso, a mí, en este país me ha ido muy bien y le estoy muy agradecida. Todos los días.P. Siempre se recuerda, de sus inicios, el tema del acento y la dicción en los castings. ¿Cree que ahora su peso es mayor precisamente por ese acento?R. Después de gastarme tiempo y dinero, que en mis comienzos no tenía, luchando con varios coach para perder mi acento, una tarde me di por vencida. Me rendí y fue lo mejor que pude haber hecho. Más que nada lo decidí porque no podía ser auténtica, ni actuar en mi mejor capacidad porque el peso de pronunciar bien me restaba naturalidad. Estaba siempre pensando más en pronunciar bien una palabra o frase difícil que en el sentimiento o propósito de mi personaje. Sin embargo, una vez me atreví a hacer castings con acento, todo cambió y se multiplicaron las oportunidades. Pienso que mi acento al principio era algo atractivo, pero hoy, en este punto de la historia de Hollywood, el mío y el de muchas y muchos, simplemente es algo aceptado y exótico a lo que se han acostumbrado. Y que gracias a Dios les gusta.P. ¿Podría decirme qué película le hubiera gustado protagonizar?R. Mis favoritas tienen actrices maravillosas y no se me ocurre ninguna.P. Ahora es empresaria, ¿da vértigo el fracaso?R. Hacer algo en lo que creo me da emoción, no nervios, sino miedo del bueno y mucha ilusión. Y, al momento de lanzarme al ruedo, voy con mente, cuerpo y alma enfocada al 100%. Y cuando me lanzo no pienso en la posibilidad de fracaso, esa palabra no está en mi vocabulario. Cuando las cosas no funcionan como planeas, terminan siendo lecciones, nunca fracasos, solo enseñanzas que te abren nuevas oportunidades de crecer más sabia y mejor informada del mercado, de tu objetivo. Uno tiene que darse varios tortazos para triunfar, es la única manera de crecer.P. He leído que su empresa Toty se llama así por cómo la llaman en Colombia.R. Mi hermano no podía decir Sofi y me decía Toty y en Barranquilla así me quedé. ¡Ahora si alguien me llama Toty sé que es alguien bien cercano o barranquillero! Cuando empezamos a trabajar en mi marca de belleza, lo primero, después de tener claro el concepto de marca y producto, fue encontrarle un nombre. Y bueno, hoy en día, ¡todo tiene marca registrada! Así que no fue fácil. Estuvimos dándole vueltas, hasta que en una conversación salió Toty. Al principio no estaba segura, pero luego pensé que conectaba directamente conmigo, con algo muy personal.P. ¿Qué sueños o ilusiones tiene para el futuro?R. ¡Mi sueño es seguir creciendo y convertirnos en una marca global! En un ambiente tan sumamente competitivo y saturado como es la industria de la belleza, entender la innovación y la calidad son en mi opinión las claves para el éxito. Tenemos muchas ideas para el futuro, porque la piel nos tiene que durar toda la vida.

Sofía Vergara: “Mírame a mí, claro que el sueño americano es real” | Entretenimiento en Estados Unidos
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