Es una victoria legal rotunda, pero en ningún caso el capítulo final de una de las batallas políticas más virulentas y amargas de la era actual. El Tribunal Supremo del Reino Unido ha sentenciado este miércoles que la definición de mujer que contempla la Ley de Igualdad de 2020 (LI2020), el principal instrumento jurídico en la lucha contra cualquier tipo de discriminación, hace referencia expresa y única a la “mujer biológica”.Los magistrados descartan de ese modo que una mujer trans que haya obtenido un Certificado de Reconocimiento de Género (CRG) por el procedimiento que establece la ley pueda acogerse a la protección que la LI2020 ofrece bajo la categoría de “sexo” al resto de mujeres. “Los términos mujer y sexo en la LI2020 se refieren a una una mujer biológica y a un sexo biológico”, han escrito de un modo claro los cinco jueces.La sentencia tiene su origen en un caso previo debatido en Escocia. El grupo For Women Scotland (Por las Mujeres Escocia, FWS) recurrió la Ley de Representación de Género en Organismos Públicos de 2018, aprobada por el Parlamento autónomo e impulsada por el Gobierno de Edinburgo, controlado por los nacionalistas del SNP. Aunque fue precisamente una enmienda del Partido Laborista escocés, incluida en el texto final, la que extendió a todas las mujeres trans, tuvieran o no un certificado de género, las protecciones recogidas en la ley.FWS ganó una primera batalla judicial contra esta pretensión del Gobierno escocés de utilizar la definición más amplia posible de mujer. A pesar de esa primera derrota, el propio Ejecutivo insistió en que la Ley de Igualdad de 2020, vigente en todo el Reino Unido, incluía en su concepto de mujer a las mujeres trans con CRG.Así que, finalmente, FWS decidió llevar el asunto al órgano máximo de interpretación del derecho en el Reino Unido, el Tribunal Supremo. La organización logró recaudar casi 270.000 euros para financiar su lucha en los tribunales. De esa cantidad, más de 80.000 fueron donados por J.K. Rowling, la multimillonaria autora de la saga de Harry Potter, que en los últimos años ha sido una de las voces públicas más escuchadas en torno al debate de las mujeres trans. Rowling defiende que no sean completamente asimiladas a las mujeres biológicas, para evitar su acceso a espacios reservados como vestuarios, colegios o prisiones.Sexo y géneroLa LI2020 define con precisión las nueve características que deben situarse bajo su manto protector: edad, discapacidad, reasignación de género, matrimonio o unión civil, embarazo o maternidad, raza, religión o creencia y, finalmente, sexo.Es esta última característica la que los magistrados del Supremo Británico han querido establecer con claridad: “La definición de sexo en la LI2020 establece claramente que el concepto de sexo es binario. Una persona es hombre o mujer”, dice la sentencia. “Aunque la palabra ‘biológico’ no aparece en la definición, el significado ordinario de estas palabras simples y nada ambiguas corresponde a las características biológicas que hacen que un individuo sea hombre o mujer”, añaden los magistrados. “Se asume que son auto-explicativas, y no necesitan una explicación añadida”.La sentencia viene a sugerir que las personas con un género reasignado ya cuentan con una protección específica precisamente por esa característica que la ley contempla, pero los abogados que han representado al Gobierno escocés durante el litigio han argumentado todo este tiempo que, en el caso de que la sentencia fuera finalmente la que ha sido (limitando la definición de mujer a la de mujer biológica), las mujeres trans con certificado de género “seguirían siendo hombres el resto de su vida respecto a lo que se refiere a la Ley de Igualdad de 2020″.“El tribunal ha dado la respuesta correcta: la característica protegida del sexo [en la LI2020]hombre o mujer, hace referencia a una realidad, no a un documento administrativo”, ha celebrado la sentencia la organización FWS.La organización Scottish Trans, que defiende los derechos de las personas trans en Escocia, ha pedido calma mientras estudia la sentencia. “Hemos pedido a la gente que no entre en pánico. Muchos comentarios intentarán exagerar el impacto que esta decisión va a tener en las vidas de las personas trans. Diremos más cuando lo hayamos analizado. Cuidaos a vosotros mismos y los unos a los otros de momento”, han escrito.Los magistrados han pedido expresamente que su sentencia no sea interpretada como la victoria de una parte sobre otra. “Recomendamos que no se lea esta decisión como el triunfo de uno o más grupos de la sociedad a expensas de otro, porque no lo es”, han escrito.Pero resulta ingenuo por su parte pensar que un asunto que ha formado parte de un debate político extremo durante la última década vaya a ser interpretado en términos estrictamente legales. Queda ahora en manos del Gobierno laborista de Keir Starmer decidir si dedica tiempo y esfuerzo a corregir la Ley de Igualdad de 2020, para clarificar de modo más inclusivo la definición de mujer (como prometió en campaña) o si decide aparcar discretamente en un cajón una cuestión que sabe positivamente que le acarreará muchos problemas entre sus votantes más tradicionales.

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