A finales de febrero, el mundo conocía con tristeza la muerte del actor Gene Hackman y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, cuyos cuerpos aparecían en su casa. Tras un cierto misterio a causa de las extrañas circunstancias del fallecimiento, se conocía poco después que la pareja llevaba días muerta, y más tarde que él, que sufría alzhéimer, había fallecido días después de su esposa, afectada por un hantavirus, una infección rara transmitida por roedores. Ahora se ha sabido que su casa de Santa Fe (en el Estado de Nuevo México) estaba, precisamente, infestada de roedores, tanto vivos como muertos, y también de nidos, tanto en la propiedad principal como en los ocho edificios colindantes a la misma.Ha sido el Departamento de Salud Pública de Nuevo México quien ha redactado un informe acerca de la situación en la que estaba la vivienda del actor. La cadena CNN y la web TMZ han tenido acceso al mismo y lo han hecho público. Al parecer, el personal del Departamento arrancó una primera investigación sobre el terreno el pasado 5 de marzo, aproximadamente una semana después de la muerte de la pareja. En realidad era más una evaluación de riesgos, cuyo objetivo era conocer si resultaba segura para aquellos que accedieran a la propiedad, como servicios de emergencia y los propios familiares de Hackman y de Arakawa. Entonces, la veterinaria jefe del servicio, Erin Phopps, determinó que en la casa, la residencia principal del complejo en el que vivía el matrimonio, todo estaba limpio y despejado: no había signos de actividad de roedores y el riesgo para la salud era bajo. Sin embargo, el problema estaba en esas otras construcciones.Más informaciónSegún el escrito, encontraron heces de roedores en tres garajes, tres cobertizos y otras dos pequeñas viviendas situadas dentro de la propiedad. Además, en los tres garajes también se encontraron nidos de roedores, así como uno de ellos muerto y otro vivo. De hecho, incluso en dos vehículos que también estaban en la propiedad —que en el informe aparecen como “vehículos abandonados o equipamiento agrícola”— había signos de roedores, un nido y heces. También había varias trampas activas para los mismos, lo que deja entrever que el matrimonio (o al menos sus trabajadores) sabían que había un problema activo y estaban tratando de controlarlo.Una imagen aérea de la vivienda de Gene Hackman y Betsy Arakawa en Santa Fe, Nuevo México.Roberto E. Rosales (AP)Arakawa, de 65 años, murió a causa de un hantavirus aproximadamente el 13 de febrero, y se sabe que un día antes, el 12, llamó a un médico para que la visitara. Hackman, de 95, sobrevivió a su pareja unos días, según los informes, y se cree que murió entre el 17 y el 18, a causa de un problema cardíaco y de complicaciones en su alzhéimer. Los cuerpos fueron hallados casi 10 días después, el 27 de febrero. En un principio costó determinar los motivos de las muertes, porque además había medicamentos sueltos y también se encontró el cadáver de uno de sus perros en un armario.Pese a que Hackman tenía tres hijos de un anterior matrimonio, fueron las autoridades quienes descubrieron los cadáveres de la pareja. De hecho, ni siquiera está claro que los tres —Christopher, de 65 años, Elizabeth, de 62, y Leslie, de 58, nacidos de su matrimonio con Faye Maltese— vayan a formar parte de la herencia de su padre. En su testamento, datado de septiembre de 1995, el actor se lo dejaba todo a Arakawa; en el de la pianista y empresaria, se lo dejaba todo a Hackman, si no, pasaría a un fondo benéfico de acuerdo con sus “preferencias e intereses benéficos” y los de su esposo.Desde que Hackman y Maltese se separaron, a mediados de los ochenta y tras tres décadas de matrimonio, los tres hijos no mantenían una relación estrecha con su padre; de hecho, esta mejoró a mediados de los noventa, cuando él se casó con Arakawa. La más cercana a ellos era Leslie, pero llevaba ya unos meses sin ver a su padre. El patrimonio de Hackman, que actuó en un centenar de películas y series de televisión, supera los 80 millones de dólares.

La casa de Gene Hackman estaba infestada de roedores y nidos | Gente
Shares: