Pocos se esperaban este giro. Los rumores apuntaban a Hedi Slimane, hasta octubre director creativo de Celine, pero Kering, el grupo francés propietario de Gucci, ha decidido reclutar dentro de sus filas y ha nombrado a Demna director creativo de la firma. La casa italiana, que en la última década ha pasado del maximalismo barroco de Alessandro Michele a la revisión de los clásicos de Sabato De Sarno, ha hecho una apuesta por el lujo irónico, los accesorios virales y la estética disruptiva de Demna, el diseñador que desde 2016 (y antes, con su firma Vetements) ha generado amores, odios y muchas ventas en Balenciaga.Gucci, buque insignia del grupo Kering, parece haber cambiado totalmente de estrategia tras la salida de Michele en 2022, apostó por el clasicismo contemporáneo de Sabato De Sarno, hasta entonces mano derecha de PierPaolo Piccioli en Valentino. Pero las ventas no acompañaron: según los datos de 2024, la enseña redujo sus ventas un 23%. Era muy difícil obrar el milagro de Michele, que batió el récord de facturación (más de 20.000 millones de euros) en 2019 a base de una estética absolutamente personal, una especia de maximalismo vintage que supo generar deseo en miles de consumidores. Demna es, junto a Michele, el gran diseñador de la década pasada: no solo ha dinamitado desde su perspectiva las convenciones que rodean al lujo, también tiene un don único para la narrativa y marketing que quizá sea lo que ahora mismo necesita Gucci.Demna Gvasalia y Francois-Henri Pinault, presidente de Kering.WWD (Penske Media via Getty Images)François-Henri Pinault, presidente y consejero delegado de Kering, ha destacado la labor de Demna al frente de Balenciaga: “Su contribución a la industria, a Balenciaga y al éxito del grupo ha sido enorme. Su poder creativo es exactamente lo que Gucci necesita. Al tiempo que le agradezco todo lo que ha logrado en los últimos 10 años, estoy deseando verle dar forma a la nueva dirección artística de Gucci”. En una publicación en Instagram, el propio Demna se ha mostrado ilusionado ante su nuevo reto profesional: “Estoy realmente emocionado de unirme a la familia Gucci. Es un honor contribuir a una casa que respeto profundamente y admiro desde hace mucho tiempo. Estoy deseando escribir junto con Stefano Cantino (CEO) y todo el equipo un nuevo capítulo de la increíble historia de Gucci”.Lo cierto es que, cuando Michele, ahora en Valentino, era director creativo de la firma italiana, Demna ya diseñó para Gucci. En 2021 Gucci y Balenciaga presentaron The Hacker project, una colección en la que ambos jugaban a intercambiar códigos (y logos) de ambas casas. Fue la primera vez que dos casas de moda de este nivel realizaban un desfile conjunto. Aunque tuvo sentido. Los dos amigos (se pudo ver a Demna, en una de sus escasas apariciones, en el desfile de alta costura de Valentino) comparten una aproximación a la moda como arma de expresión individual. También política, algo que a día de hoy, y dada la situación actual, se echa en falta en las pasarelas: el romano ha hablado en sus colecciones de la salud mental, el aborto o la fluidez de género. El georgiano, del colapso climático, el drama de los refugiados (él mismo lo es) o la guerra en Ucrania.Alessandro Michele y Demna Gvasalia en la gala Met 2023.Arturo Holmes/MG23 (Getty Images for The Met Museum/)El nombramiento de Demna se ve como un ascenso dentro del sector, dada la influencia global de Gucci. El georgiano, que debutará en septiembre, se encontraba preparando su colección de alta costura para Balenciaga, su último desfile dentro de la casa de origen español y en la que el diseñador suele revisitar el legado de Cristóbal a través de la experimentación de los materiales y las siluetas, es decir, con las mismas dinámicas que seguía el maestro vasco pero adaptadas a los tiempos modernos. En Gucci es probable que haga lo mismo: darle una enésima vuelta de tuerca a los clásicos de la firma (es decir, a los accesorios) con esa mirada suya en la que la ironía, lo callejero y lo experimental se entremezclan. Como Michele, Demna es de esos diseñadores que, según ciertos críticos, se repiten, pero lo hacen porque su aproximación a la moda es completamente propia. Tanto en Vetements, la firma que creó junto a su hermano y la estilista Lotta Volkova, como en Balenciaga, ha moldeado una estética tan novedosa como prescriptora en la calle, donde muchos jóvenes visten a la manera de Balenciaga, y algunos sin saber que lo hacen.Balenciaga queda vacante y las especulaciones ya se han disparado. Las redes creen que será Pieter Mulier, ex mano derecha de Raf Simons y actual director creativo de Alaïa, que acaba de firmar una de las mejores colecciones en este pasado mes de desfiles.

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